Historia sin título (aún)
Por:
Alberto Mendoza
Omar Ramírez es un joven de clase media de 20 años que estudia la carrera de medicina en una universidad pública de México D.F.
Una mañana se encuentra viendo una película de ciencia ficción en la sala de su casa, de pronto mira el reloj y se da cuenta de que se le hace tarde para ir a la escuela, sube a su cuarto, toma algún cuaderno y hojas con apuntes, los mete en su mochila y se va. Camina por las calles de su colonia y a su paso observa como un joven un poco mayor que él, tira una botella de refresco después de tomarse el contenido, diciéndole a su acompañante alguna frase en tono sarcástico.
Algunas cuadras adelante, Omar espera en una esquina, por el microbús que lo lleve a su destino. En la contra esquina, se da cuenta como un policía de transito es sobornado por un automovilista que circula cuando lo tiene prohibido, como lo indica su calcomanía. Poco después llega el microbús, Omar sube casi sin despegar la vista del policía. El chofer del microbús es un hombre de clase baja, tiene 30 años, lleva una camisa si abotonar, y el volumen del estereo muy alto, fuma Marlboro mientras conduce y platica con su acompañante.
Una anciana sube al transporte algunas cuadras después, la gente que ocupa los asientos en el microbús (en su mayoría jóvenes) es incapaz de cederle el lugar.
Una mañana se encuentra viendo una película de ciencia ficción en la sala de su casa, de pronto mira el reloj y se da cuenta de que se le hace tarde para ir a la escuela, sube a su cuarto, toma algún cuaderno y hojas con apuntes, los mete en su mochila y se va. Camina por las calles de su colonia y a su paso observa como un joven un poco mayor que él, tira una botella de refresco después de tomarse el contenido, diciéndole a su acompañante alguna frase en tono sarcástico.
Algunas cuadras adelante, Omar espera en una esquina, por el microbús que lo lleve a su destino. En la contra esquina, se da cuenta como un policía de transito es sobornado por un automovilista que circula cuando lo tiene prohibido, como lo indica su calcomanía. Poco después llega el microbús, Omar sube casi sin despegar la vista del policía. El chofer del microbús es un hombre de clase baja, tiene 30 años, lleva una camisa si abotonar, y el volumen del estereo muy alto, fuma Marlboro mientras conduce y platica con su acompañante.
Una anciana sube al transporte algunas cuadras después, la gente que ocupa los asientos en el microbús (en su mayoría jóvenes) es incapaz de cederle el lugar.
Omar observa por el cristal las calles, las casas y los establecimientos por donde pasa en su camino, el microbús se detiene, y en una acera un par de jóvenes que aparentemente son de alguna banda, roban el bolso a una señorita. Las personas en el microbús se dan cuenta al escuchar los gritos de la victima, nadie hace nada, el microbús sigue su camino. Entonces Omar reflexiona ante lo que acaba de ver, y recuerda su objetivo, estudiar, prepararse lo mejor posible, para ser un gran medico.
Por fin llega a su destino, baja del microbús, y entra al campus, un joven delante de él tira por descuido su cartera, otro al darse cuenta la toma con discreción, se da cuenta que Omar lo vió y le ofrece parte del dinero en la billetera, casi sin darle tiempo de decir algo a Omar, le pone dinero el bolsillo de su camisa y se va rápidamente.
Omar entra al salón de clases, donde ha comenzado el examen, el maestro le da su hoja, y le asigna un lugar, impaciente con el paso de los minutos, Omar saca una hoja con anotaciones de donde logra obtener algunas respuestas, está nervioso, si el maestro lo ve, puede verse en serios problemas. Finaliza el tiempo del examen y todos entregan las hojas al maestro. Junto con sus compañeros, Omar plática sus impresiones del examen, y continúan hablando después de una fiesta, se despiden y Omar se nota reflexivo, un compañero que va caminando junto a él, le platica sobre fútbol, Omar solo lo oye, pero no le presta atención. Se despiden y Omar regresa a su casa, en el trayecto piensa en lo que vió ese día, tiene un extraño sentimiento parecido a la culpa, mezclado con angustia, sigue ensimismado, baja del microbús y en la esquina esperando a que el rojo detenga los coches, finalmente ese sentimiento se vuelve angustia. Ensimismado mas que nunca cruza la calle, no se da cuenta de que un microbusero, el mismo irresponsable que lo llevo a la escuela, está por cambiarle la vida.
Omar se encuentra tirado en la calle, no sabe que pasó, pero ya no siente angustia, ahora tiene una extraña sensación, sabe que algo malo pasó por las caras y las voces de la gente a su alrededor, pero no se siente preocupado, reflexiona sobre si mismo, sobre lo que ha hecho y por que lo ha hecho, y por lo que ha visto ese día, oye una sirena a lo lejos.
Las voces de la gente comienzan a preocuparlo, se da cuenta de que tiene sangre en las manos, en el pecho, y por todos lados, su respiración se agita. Se desespera, y luego se calma, cada vez mas como cada vez mas fuerte es el sonido de la sirena.
Llegan los paramédicos, pero Omar solo escucha, está como dormido, como en un sueño, se siente aliviado por que los médicos van a salvarlo, le van a quitar toda esa sangre y lo van a llevar a su casa, piensa que seguramente no es nada grave. Las señoras chismosas que aparecen en todos los accidentes de ese tipo son más exageradas que nada, todo va a estar bien.
Una voz alerta sobre lo peor, Omar ya no siente nada.
Otra voz ordena desistir en el intento, no se podrá hacer nada mas, no hay por que meterse en problemas legales, no están para mas papeleos.
Omar muere.
Por fin llega a su destino, baja del microbús, y entra al campus, un joven delante de él tira por descuido su cartera, otro al darse cuenta la toma con discreción, se da cuenta que Omar lo vió y le ofrece parte del dinero en la billetera, casi sin darle tiempo de decir algo a Omar, le pone dinero el bolsillo de su camisa y se va rápidamente.
Omar entra al salón de clases, donde ha comenzado el examen, el maestro le da su hoja, y le asigna un lugar, impaciente con el paso de los minutos, Omar saca una hoja con anotaciones de donde logra obtener algunas respuestas, está nervioso, si el maestro lo ve, puede verse en serios problemas. Finaliza el tiempo del examen y todos entregan las hojas al maestro. Junto con sus compañeros, Omar plática sus impresiones del examen, y continúan hablando después de una fiesta, se despiden y Omar se nota reflexivo, un compañero que va caminando junto a él, le platica sobre fútbol, Omar solo lo oye, pero no le presta atención. Se despiden y Omar regresa a su casa, en el trayecto piensa en lo que vió ese día, tiene un extraño sentimiento parecido a la culpa, mezclado con angustia, sigue ensimismado, baja del microbús y en la esquina esperando a que el rojo detenga los coches, finalmente ese sentimiento se vuelve angustia. Ensimismado mas que nunca cruza la calle, no se da cuenta de que un microbusero, el mismo irresponsable que lo llevo a la escuela, está por cambiarle la vida.
Omar se encuentra tirado en la calle, no sabe que pasó, pero ya no siente angustia, ahora tiene una extraña sensación, sabe que algo malo pasó por las caras y las voces de la gente a su alrededor, pero no se siente preocupado, reflexiona sobre si mismo, sobre lo que ha hecho y por que lo ha hecho, y por lo que ha visto ese día, oye una sirena a lo lejos.
Las voces de la gente comienzan a preocuparlo, se da cuenta de que tiene sangre en las manos, en el pecho, y por todos lados, su respiración se agita. Se desespera, y luego se calma, cada vez mas como cada vez mas fuerte es el sonido de la sirena.
Llegan los paramédicos, pero Omar solo escucha, está como dormido, como en un sueño, se siente aliviado por que los médicos van a salvarlo, le van a quitar toda esa sangre y lo van a llevar a su casa, piensa que seguramente no es nada grave. Las señoras chismosas que aparecen en todos los accidentes de ese tipo son más exageradas que nada, todo va a estar bien.
Una voz alerta sobre lo peor, Omar ya no siente nada.
Otra voz ordena desistir en el intento, no se podrá hacer nada mas, no hay por que meterse en problemas legales, no están para mas papeleos.
Omar muere.
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Este es la primer fase en el proceso para escribir el guión, para el taller de corto en el que estoy, como les había dicho la historia trata sobre la perdida de los valores, o la costumbre de ver lo malo tan natural, que ya ni nos asombra y mucho menos hacemos algo para cambiar... lo comenté con el profesor y compañeros y les pareció buena la idea, sin embargo según Polo (mi profe) como que no tiene mucho sentido que Omar el personaje principal, se arrepienta de lo que ha hecho y al final muera, en vez de eso me sugirió cambiar el final, y que Omar nunca se arrepienta de sus pecados, como ven? segurié trabajando al respecto.
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