Omar y Dafne parte II

|

Así es, aunque salí de la secundaria hace un año, estuve viajando por diferentes lugares, y haciendo algunas cosas, digamos que fue un año sabático –comentó, luego de despedir una bocanada de Marlboro- y tú, ¿En que año vas?

A Dafne le gustaba fumar Marlboro, de los rojos, su primer novio, un joven 4 años mayor que ella le enseñó a fumar, después de varios días intentando, por fin consiguió terminar un cigarro sin toser, tenía 14 años…

En cuarto y ¿tú?-dijo mientras observaba su reloj-
Voy en quinto, y por las tardes voy a clases de inglés- En la preparatoria la forma de llamar a los años continuaba como una sucesión de la secundaria, así que el cuarto año, en realidad era el primero de preparatoria-
¡Inglés! ¡Muy bien! Yo también estudio inglés, y sé algo de francés, a ver que día practicamos ¿no?-Dijo como haciendo una invitación-
Me parece muy buena idea, me hace falta practicar los verbos – I love you, you love me, We will…-
Pues bueno, si quieres te doy mi teléfono y nos ponemos de acuerdo-dijo mientras apuntaba en un ticket de Sanborns- Aquí tienes.
OK, yo te llamo en la tarde, cuando regrese de mi clase-No podía creerlo todavía-
Me besó en la mejilla y se despidió, después, aquella imagen de la chica caminando por el pasillo, la de los ojos más hermosos, quedó grabada en mi mente.

Para siempre…
Era 19 de Agosto.

Me gustaba mucho ir a la preparatoria, por regular hacía treinta minutos de mi casa a la escuela, dependiendo si no había mucho tráfico en el periférico, todos los días pasaba por la fuente de petróleos, la feria de Chapultepec, el museo del niño. Fernando vivía en Cuajimalpa, y todos los días me decía que era envidiable vivir donde yo vivía, dado que él no tenía un panorama muy agradable durante su recorrido a la escuela
Sus papás, don Alberto Martínez y doña Juana Soriano, se habían conocido durante una fiesta en el pueblo de doña Juana, lo conquisto su forma de mirar y todos los guisos que a sus 18 años sabía hacer. A ella, la decisión con la que manejaba sus planes don Alberto, y su forma de tratarla, llevaban 25 años casados.
Fernando era muy talentoso para la escritura, se le daba eso de hacer cuentos y poesías de una manera sorprendente, participó en varios concursos durante nuestra estancia en la preparatoria, tambien le gustaba la música de Tori Amos y otros grupos de los que no recuerdo sus nombres, era descuidado con su imagen, pero muy cuidadoso con su forma de hablar, sabía como y en que momento.

Recuerdo que durante mi camino a la clase de inglés, estuve pensando mucho en Dafne, aún no podía creer que aquella niña de la mirada brillante, me hubiera dado su teléfono, casi llegando al instituto, decidí no entrar a clase, y fui a dar una vuelta a un parque cercano. Pensando que decir…Podría comenzar por contarle mi vida, mis aventuras en la secundaria, o cuando me fui de cacería con mi tío Pedro a Zacatecas, o si le contaba de lo que me gusta hacer y de lo que me disgusta… tal vez la aburriría; podría hacerle preguntas de su vida, sería como una entrevista exclusiva, de la que nadie jamás se enteraría, tenía muchas ideas y a la vez ninguna, lo cierto era que debía hacerlo, en esa misma tarde y de la mejor manera posible, quería que las cosas con aquella niña fluyeran de la mejor manera posible y

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahhh ya entendí… continuara… ;P … jijiji