Algo así dijo Lennon que le había pasado cuando se le ocurrió el nombre The Beatles para su grupo musical. Es el pedo de los sueños y esas pachequeces que pasan de vez en cuando. Algunos son una masa sin forma de recuerdos de los que queremos deshacernos, otros son el anhelo de la situación futura o del feliz pasado y unos cuantos otros son como ese sueño en el que veo una carreta en un fondo blanco y se va alejando sin perder detalle hasta que la veo tan pequeña y tan detallada que casi puedo subirme en ella y perderme en la nada.
Ese sueño recurrente cuando tengo fiebre -aunque usted no lo crea, amable lector- tenía un algo de reconfortante y un tanto de misterioso que aunque no estuviera dormido, bastaba con cerrar los ojos para estar dentro de la carreta y comenzar a perderme a treinta y tantos grados en la nada.
He tenido algunos otros sueños que coincidentemente tuvieron que ver con sucesos (la mayoría trágicos) en el mundo o con seres cercanos y es cuando comienzo a pensar que debería de hacerles un poco de caso de vez en cuando